25 marzo 2011

Comunicado de la Hermandad de Ntro Padre Jesús

La Junta de Gobierno, reunida en Cabildo de Oficiales el 14 de Octubre de 2010, en atención lo dispuesto en la Regla 17 de las que rigen legalmente nuestra Hermandad, aprobadas por Decreto de 14 de marzo de 2006 del Sr. Delegado Episcopal de Asuntos Jurídicos de Hermandades y Cofradías, adoptó el acuerdo de modificar el itinerario de la Estación de Penitencia que cada Miércoles Santo realizamos por las calles de nuestra villa. Dicha modificación supuso que en el nuevo itinerario no figurasen, entre otras, las calles correspondientes a la Barriada de Nuestro Padre Jesús.
De la adopción de este acuerdo se procedió a dar cumplida información a los hermanos en Cabildo General de hermanos celebrado el día 10 de diciembre de 2010, teniendo una acogida favorable por la práctica unanimidad de los asistentes.
El referido acuerdo ha sido adoptado por el órgano de la Hermandad competente para ella en un ejercicio de responsabilidad, pese a saber de lo controvertido de su contenido, y teniendo en cuenta de forma exclusiva el interés de la propia Hermandad. Dicho acuerdo se ha fundamentado especialmente en la necesidad de reducir en al menos dos horas de duración e la Estación de Penitencia con el fin de lograr el máximo grado de recogimiento y orden el cortejo, considerando la obligación de rendir visita a la Iglesia Prioral de Ntra. Sra. De la Asunción, así como en la demanda en tal sentido de la mayoría de los hermanos y en la afección a intereses públicos que con el anterior itinerario producíamos, ya que se mantenían cortadas cuatro vías intercomarcales de la Red Autonómica de Carreteras de Andalucía (A-431 Córdoba/Lora del Rio, A-436 Villaverde/Lora del Río, A-457 Carmona/Lora del Río y A455 Cazalla/Lora del Rio), dejando claro que en ningún caso ha sido por motivos económicos, tal y como se ha intentado hacer ver.
Asimismo, debemos aclarar que la historia de esta Hermandad se encuentra íntimamente ligada a la del pueblo de Lora del Río, desde hace más de 402 años, y el Barrio de Nuestro Padre Jesús existe desde hace unos escasos 50 años, de los cuales esta Hermandad ha hecho Estación de Penitencia por su calles tan sólo los últimos 28 años, y sólo debido a la imposición de ello por la Autoridad Eclesiástica de entonces, con competencia para ello, pues tras la modernización de las Reglas de las Hermandades impuesta con gran acierto por el Palacio Arzobispal, desde hace pocos años, la competencia del itinerario es exclusiva de cada organización.
Pus bien, a raíz de la adopción del referido acuerdo, por parte de los representantes de la Asociación de Vecinos de la Barriada de Nuestro Padre Jesús y algunos vecinos de la misma barriada, con la intención de que esta Junta de Gobierno diera marcha atrás con su decisión, válida y responsablemente adoptada, ha iniciado una campaña de presión contra la misma, alcanzando en ocasiones, tintes ofensivos.
Por nuestra parte, no creemos que la Asociación de Vecinos aludida tenga entre sus fines inmiscuirse en la vida de otras asociaciones, en especial de las de carácter religioso, ni promover campañas coactivas contra decisiones libremente adoptadas por éstas, y menos aun cuando nunca ha tenido interés por la vida de esta Hermandad, por sus problemas, ni tan siquiera por el patrimonio histórico artístico de su barrio, que en tan paupérrimo estado se encuentra y que tanto preocupa a otras organizaciones como la nuestra.
En nuestro país existe el derecho de la libre asociación, constitucionalmente reconocido, y a nuestra Hermandad, como a cualquier otra entidad, le asiste el mismo, el cual no sólo comprende el derecho a asociarse, sino también el de establecer su propia organización, dentro del marco de la Constitución y de las leyes. Este derecho de autoorganización debe ser respetado por todos, incluso por los Tribunales, sin embargo nuestra Hermandad está siendo víctima de una campaña de coacción y desprestigio por parte de esta Asociación de Vecinos que actúa con total impunidad ante la indolencia del resto de las organizaciones locales y administraciones públicas, pues está muy de modo denostar a una asociación religiosa de naturaleza católica, por lo rancio que resulta en la opinión pública general la palabra Hermandad, pero que en pleno siglo XXI está compuesta de por unos 1700 hermanos de clase trabajadora, de la mas variopinta economía e ideología política, a los que sólo les une ser cristianos.
Los miembros de esta Junta de Gobierno, como estudiantes y trabajadores, a los que también les cuesta llegar a fin de mes, estamos cansados de la visión añeja que se tiene de las Hermandades por el hecho de tratarse de una organización que tiene entre sus fines mantener una tradición desde hace 400 años, y que dicha percepción provoque, en el momento en que adoptamos alguna decisión que no resulta del agrado de algún colectivo, que éste se crea con el derecho, que la ley no le da, de exigir a su antojo que la modifique, sin atender a las razones que pudieron motivarlas, tildándonos, de forma gratuita e ignorante, de adoptar decisiones caciquistas, propias de una pasado que ya no existe, lo cual, además de falso y anticuado, resulta ofensivo, sin querer entender que la decisión ha sido tomada por quien puede y, además debe, en el seno de una organización libre e independiente .
Esto, por lo general se denomina coacción, entendida como el medio utilizado para que otro siga una determinada conducta que no quiere, en contraposición con el concepto de libertad, entendida, como la ausencia de coacción.
El patrimonio, los actos, los cultos y, por supuesto, el itinerario a seguir por la Hermandad en su Estación de Penitencia es competencia única y exclusiva de las Autoridades Públicas y Religiosas, de la Hermandad y de sus 1700 hermanos, de nadie mas, y su gestión se lleva a cabo de forma legal, pacífica y sin entrometernos en la vida de otras asociaciones o entidades, tal y como nos gustaría ser tratados por los demás. Por ello solicitamos el cese de la sistemática acción coactiva que esta organización viene sufriendo para que cambie de parecer, en lo que puede considerase como un auténtico atentado contra la libertad y el estado de derecho constitucionalmente protegidos en España

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