La Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía ha incoado un procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC), el busto del emperador romano Cayo Julio César Augusto tallado entre los años 31 antes de Cristo y 14 después de Cristo y descubierto en 1955 durante unas labores agrícolas en una finca de Lora del Río que habría albergado parte del antiguo asentamiento romano de Axati.
Esta pieza labrada en mármol blanco "de grano fino y cristalino" fue descubierta en 1955 durante unas labores agrícolas que se acometían cerca de un yacimiento arqueológico de Lora del Río que ha sido asociado a la antigua población romana de Axati. El asentamiento, de hecho, figura en la obra de Plinio el Viejo 'Naturalis Historia'.
Se trata de una pieza de mármol tallada entre los años 31 antes de Cristo y 14 de nuestra como busto del emperador Octavio Augusto. El busto, de 27 centímetros de altura y 25,2 de anchura, carece de policromías y su tamaño supera ligeramente a la escala natural. La labra de la base del cuello, según la resolución de la Dirección General de Bienes Culturales, indica que la pieza formó parte de una estatua en la que el emperador Augusto se manifestaba como máxima autoridad militar (toracata) o magistrado (togado).
Procedencia augústea
En su ejecución, "el escultor consiguió transmitir el mensaje de dignidad, majestuosidad y firmeza, solemnidad y clemencia, cualidades inherentes al título de augusto que se le otorgó en vida."
Los análisis fisiognómico y tipológico, según los investigadores de Cultura, ponen de manifiesto la dependencia directa del modelo, así como la intención del escultor de atenerse a él a la hora de reproducir el rostro. Frente a la fuerte expresión del mismo y la mirada profunda, realizada con una "realista y laboriosa labra del pelo y, especialmente, del típico mechón del flequillo", la parte trasera del cráneo y pelo están "simplemente esbozados", lo que induce a pensar que la escultura estaba dentro de una hornacina donde era contemplada frontalmente.
El busto fue inicialmente estudiado por el profesor Antonio Blanco y, posteriormente, por el profesor Dieter Boschung, los cuales la adscribieron al llamado 'tipo Louvre 1280' y la dataron en plena época augústea, lo que se justifica por el paralelo con el busto de los Museos Capitolinos. Junto a sus valores intrínsecos y a su altísimo valor artístico, es de destacar su valor patrimonial, pues según la Junta, Cultura, "hasta la fecha de hoy, tan sólo se han descubierto tres retratos de Augusto en la Bética Romana y cinco en Hispania".
Para la Dirección General de Bienes Culturales, este busto, conocido como el 'Augusto de Lora', es "una pieza excepcional y única en España", porque, si bien los retratos procedentes de Itálica, actualmente ubicados en el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla, son de época de Tiberio y de Tiberio-Claudio, respectivamente, "éste de Lora es coetáneo del propio emperador". Entre los retratos de Augusto de procedencia hispana (Emerita Augusta y Bilbilis), esta pieza ocupa un lugar destacado por su especial significado a comienzos del proceso de difusión del poder imperial plasmado en el retrato de este primer emperador.
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