La banda los sustraía en la Costa del Sol y modificados en Lora del Río, donde eran colocados en el mercado delictivo.
Las sustracciones se produjeron en Manilva, Mijas, Torremolinos, San Pedro y FuengirolaLa Audiencia de Málaga ha condenado a una banda formada por seis personas de nacionalidad búlgara, argelina, marroquí y española que se dedicaba al robo de vehículos que, tras modificarlos y falsificar las placas de matrícula, vendía a otras organizaciones que los utilizaban para su actividad delictiva. El tribunal les ha impuesto una pena total de ocho años de cárcel, por delitos de robo con fuerza y asociación ilícita.
La policía comenzó a seguir la pista de la banda tras interceptar determinadas conversaciones telefónicas a raíz de la intervención de los distintos teléfonos de los miembros de la misma por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos.
La investigación determinó que los acusados formaba tenían una estructura organizativa estable, que se dedicaba fundamentalmente al robo de vehículos, falsificación de matrículas y documentación de los mismos para su posterior venta a terceras personas que los utilizaban para otras actividades delictivas.
Los vehículos eran sustraídos en distintos puntos de la Costa del Sol y eran trasladados a la localidad sevillana de Lora del Río, donde eran modificados para darles una apariencia legal. Allí eran colocados en el mercado del delito por otro individuo, también de nacionalidad búlgara, que tenía su propia estructura criminal.
Según la sentencia de la Audiencia de Málaga, el robo de los vehículos se produjo entre junio y octubre de 2006. La banda tenía repartidas las funciones entre cada uno de sus integrantes. Uno de ellos, de nacionalidad búlgara, seleccionaba el vehículo a sustraer, generalmente de alta gama, y en algunas ocasiones era el mismo quien los robaba. También conducía el coche lanzadera que protegía el traslado de los vehículos sustraídos hasta Lora del Río. Su compañera sentimental, también búlgara, realizaba labores de vigilancia de las sustracciones que planificaban. Especialmente vinculado al primero, estaba el acusado de origen español, que era el principal ejecutor de los robos y que incluso llegó a convivir durante un tiempo con la pareja en su casa de Fuengirola. Los otros tres acusados intervenían de forma ocasional en las sustracciones.
Para hacer su 'trabajo' los acusados se desplazaban en vehículos alquilados a un rent a car de Fuengirola. Además, la banda disponía de medios técnicos para el desarrollo de sus actividades delictivas, como los denominados 'transponder', instrumento utilizado para decodificar y anular los sistemas de alarmas de los vehículos.
La policía atribuyó a la banda el robo de siete coches en Manilva, Mijas-Costa, Fuengirola, San Pedro de Alcántara y Torremolinos. El sistema utilizado para la sustracción casi siempre era mismo: rotura de la cerradura y del bombín de arranque. En una ocasión fueron sorprendidos por agentes de la Policía Local de Fuengirola cuando trataban de robar de madrugada un coche que estaba estacionado en el paseo marítimo de esta localidad.
La mayoría de los vehículos fueron localizados y recuperados en la localidad de Lora del Río. En el registro de la vivienda de uno de los acusados se encontraron además varios efectos que habían sido sustraídos del interior de uno de los vehículos.
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