19 octubre 2010

Vecinos de Lora del Río recogen firmas tras el robo a dos viajeras en el Cercanías

El atracador, que está en libertad, las amenazó con un gran cuchillo. Los usuarios reclaman una mayor seguridad en las estaciones y en el interior de los vagones.
Un atraco con arma blanca, amenazas de muerte y todo ello en el interior de uno de los vagones del Cercanías Sevilla-Lora del Río (C-1). Sobre las 19.30 horas del pasado 4 de octubre, se producía un robo a dos jóvenes mientras viajaban en el tren. Aunque fue detenido al poco de salir del tren, su liberación ha indignado a los vecinos, que están recogiendo firmas para pedir más seguridad en las estaciones y los trenes.
Las jóvenes estaban solas en el vagón cuando, a la altura de la pedanía de Guadajoz (Carmona), y en dirección a Lora, un hombre se acercó a una de ellas, la amenazó con un cuchillo y la obligó a abrir el bolso. La cantidad sustraída -dos euros- no le dejó satisfecho, por lo que se dirigió a donde estaba sentada otra joven, no sin antes amenazar de muerte a la primera para que no diese la voz de alarma en el propio tren.
Tomó asiento junto a la otra viajera, a quién también amenazó con el enorme cuchillo. Lo dirigió al cuello de la joven con el fin de conseguir más dinero. Un hecho que consiguió, aunque los nervios de esta joven provocaron que pidiera ayuda sin éxito. Las dos jóvenes intentaron en ese instante calmar al atracador y lograron desplazarse a otros vagones con más viajeros. Sin embargo, no podían informar de lo sucedido porque seguían amenazadas de muerte y temían por su integridad física, además de padecer un estado de tensión que incluso llegó a llamar la atención al resto de usuarios del Cercanías.
Conforme se acercaba a la estación de Lora, intentaron informar al maquinista para que no abriera las puertas del tren al hacer parada y pudieran detener al atracador. Pero no fue posible y, al arribar a la estación, el autor del robo emprendió la huida. Por suerte, la Guardia Civil actuó con diligencia: cuando las víctimas interpusieron la denuncia, el atracador ya estaba entre rejas. La mala noticia llegó después, ya que tras permanecer detenido dos días, el día 7 fue puesto en libertad por los juzgados de Lora del Río. Hasta se dejó ver por la estación.
El suceso ha desatado la indignación de los usuarios del tren, muchos de ellos estudiantes que suelen ir y venir a diario. Así, además de las oportunas reclamaciones a Renfe, se ha iniciado una recogida de firmas para que incrementen la seguridad.
El temor es latente. Los viajeros ni se atreven a denunciar con nombres y apellidos por miedo a represalias. Ni se sabe la identidad de los denunciantes, que esperan una solución a unos hechos que, aseguran, no son aislados.

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