Allegados de Lucía M.G., la mujer apuñalada mortalmente, presuntamente a manos de su expareja sentimental, en la estación de ferrocarriles de Lora del Río, han convocado para las 19.00 horas de este jueves una manifestación que partirá de la plaza del Ayuntamiento y recorrerá las calles del pueblo en repulsa contra la violencia de género.
La presidenta de la asociación de vecinos 'Nuevo Futuro' de la barriada de Las Viñas y tía del primer marido de la víctima, María Moreno, ha indicado a Europa Press que tras una reunión en la que han participado miembros de la familia de la fallecida y "bastantes" vecinos se ha acordado realizar una manifestación, "porque Lucía somos todos y no queremos más mujeres asesinadas".
Esta acción vendría a sumarse a la concentración que ya se llevó a cabo en la plaza del Consistorio con motivo de la celebración de un Pleno. Y es que, según Moreno, "hay que seguir haciendo cosas y pidiendo justicia, pues lo ocurrido es brutal y hay muchas mujeres que están en esta situación, condenadas a muerte por sus parejas".
Ha añadido que en un principio la movilización finalizará en la misma plaza del Ayuntamiento, donde se leerá un manifiesto si bien la familia baraja ir hacia la estación, donde se ha creado "una especie de santuario" en el lugar del suceso.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Lora del Río, en funciones de Juzgado de Guardia, ya ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre de 44 años de edad, identificado como F.J.S.C., que fue detenido por el crimen.
El detenido y la víctima habían mantenido anteriormente una relación de pareja durante ocho años, por lo que el caso se tramitará como violencia de género. El Juzgado de Guardia se inhibirá a favor del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río, competente en materia de violencia de género y que asumirá la instrucción de la causa, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
De su lado, fuentes de la investigación consultadas por Europa Press han explicado que fue el día 13 de julio del presente año 2011, justo una semana después de separarse del detenido, cuando la víctima acudió al cuartel de la Guardia Civil e interpuso una denuncia por amenazas contra su expareja, con la que había estado unida sentimentalmente un total de ocho años, aunque únicamente estuvieron conviviendo seis de estos ocho años.
Ante la Guardia Civil, la víctima, que tenía dos hijos mayores de edad fruto de un matrimonio anterior, declaró que durante la relación fueron frecuentes las discusiones por motivos laborales y gananciales, discusiones en las que el detenido aprovechaba para insultarla, todo lo cual llevó a que cesaran la relación y ella abandonara el inmueble que compartían para irse a vivir al domicilio materno, lo que ocurrió el cinco de julio de 2011.
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