La entrada de la Biblioteca Pública Municipal de Lora del Río fue
la protagonista en la tarde del jueves 4 de abril de un acto en el
que se descubrió un azulejo conmemorativo en recuerdo de los 100
años del poema fechado por el poeta sevillano Antonio Machado en la
localidad de Lora del Río, “En estos campos de la tierra mía…”
(fechado exactamente en Lora del Río el 4 de abril de 1913). El acto
contó con la presencia del alcalde de Lora del Río, Francisco
Javier Reinoso; la concejala-delegada de Educación y Cultura, Ana
María Rueda; el catedrático de la Universidad de Sevilla e Hijo
Predilecto de Lora del Río, Rogelio Reyes; y el presidente de ACAL,
José Fernández.
En su intervención, el alcalde de Lora del Río, Francisco Javier
Reinoso, señaló la fecha como “muy importante” para la
localidad de Lora del Río, puesto que “uno de los poetas más
grandes de España y del mundo quiso dejar constancia en una de sus
obras que estuvo en Lora del Río y fechó aquí en nuestro municipio
un poema fundamental para entender la obra de Antonio Machado”.
Así, el catedrático Rogelio Reyes, que tras su intervención antes
del descubrimiento del azulejo ofreció una charla sobre la obra de
Antonio Machado en el Salón de Actos de la Biblioteca, aseguró que
“no se puede precisar si Machado se bajó en Lora del Río a
consecuencia de una avería en el tren que viajaba, si estuvo por sus
calles, si solo en la estación, pero lo que sí tenemos claro es que
quiso dejar constancia en el fechado de su obra que fue en Lora del
Río y no en otra localidad donde concibió, gestó o escribió el
poema en cuestión, y ello es lo que estamos aquí reconociendo en
este acto”.
El descubrimiento de este azulejo en la puerta de entrada de la
Biblioteca Pública Municipal fue el colofón de una serie de
actividades organizadas por tal centenario, tales como la Jornada
Jornada Poética ‘Lora del Río y Antonio Machado’, que tuvo
lugar en el Salón de Actos del Centro Multifuncional Municipal en la
mañana del jueves 4 de abril, y en la que han colaborado el IES
Al-Lawra, IES Axati, IES Guadalquivir, ACAL y la Peña Flamenca
Cultural ‘El Laurel’. Asimismo, el miércoles 3 de abril tuvo
lugar un café literario en el Restaurante Veracruz de Lora del Río
sobre la figura de Antonio Machado, organizado por el Club de Lectura
de Adultos de la Biblioteca Pública de Lora del Río.
Poema de Antonio Machado fechado en Lora del Río
En estos campos de la tierra mía,
y extranjero en los campos de mi tierra
—yo tuve patria donde corre el Duero
por entre grises peñas,
y fantasmas de viejos encinares,
allá en Castilla, mística y guerrera,
Castilla la gentil, humilde y brava,
Castilla del desdén y de la fuerza—,
en estos campos de mi Andalucía,
¡oh tierra en que nací!, cantar quisiera.
y extranjero en los campos de mi tierra
—yo tuve patria donde corre el Duero
por entre grises peñas,
y fantasmas de viejos encinares,
allá en Castilla, mística y guerrera,
Castilla la gentil, humilde y brava,
Castilla del desdén y de la fuerza—,
en estos campos de mi Andalucía,
¡oh tierra en que nací!, cantar quisiera.
Tengo recuerdos de mi infancia, tengo
imágenes de luz y de palmeras,
y en una gloria de oro,
de lueñes campanarios con cigüeñas,
de ciudades con calles sin mujeres
bajo un cielo de añil, plazas desiertas
donde crecen naranjos encendidos
con sus frutas redondas y bermejas;
y en un huerto sombrío, el limonero
de ramas polvorientas
y pálidos limones amarillos,
que el agua clara de la fuente espeja,
un aroma de nardos y claveles
y un fuerte olor de albahaca y hierbabuena,
imágenes de grises olivares
bajo un tórrido sol que aturde y ciega,
y azules y dispersas serranías
con arreboles de una tarde inmensa;
mas falta el hilo que el recuerdo anuda
al corazón, el ancla en su ribera,
o estas memorias no son alma. Tienen,
en sus abigarradas vestimentas,
señal de ser despojos del recuerdo,
la carga bruta que el recuerdo lleva.
imágenes de luz y de palmeras,
y en una gloria de oro,
de lueñes campanarios con cigüeñas,
de ciudades con calles sin mujeres
bajo un cielo de añil, plazas desiertas
donde crecen naranjos encendidos
con sus frutas redondas y bermejas;
y en un huerto sombrío, el limonero
de ramas polvorientas
y pálidos limones amarillos,
que el agua clara de la fuente espeja,
un aroma de nardos y claveles
y un fuerte olor de albahaca y hierbabuena,
imágenes de grises olivares
bajo un tórrido sol que aturde y ciega,
y azules y dispersas serranías
con arreboles de una tarde inmensa;
mas falta el hilo que el recuerdo anuda
al corazón, el ancla en su ribera,
o estas memorias no son alma. Tienen,
en sus abigarradas vestimentas,
señal de ser despojos del recuerdo,
la carga bruta que el recuerdo lleva.
Un día tornarán, con luz del fondo ungidos,
los cuerpos virginales a la orilla vieja.
los cuerpos virginales a la orilla vieja.
Lora del Río. 4 de abril de 1913
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